Como resultado de los millones de casos de COVID-19 presentados, se ha detectado la presencia en un alto porcentaje de los llamados anticuerpos “rebeldes” o autoanticuerpos (en los casos más graves de dicha enfermedad).
Conocemos la función de un anticuerpo, que no es otra cosa que una sustancia generada por el cuerpo para luchar contra virus y bacterias que atacan a nuestro sistema inmunológico. Así sucede en los casos de coronavirus, los anticuerpos cumplen con la función de protegernos.
Sin embargo, existe un porcentaje alto de enfermos de COVID-19 en que se ha detectado la presencia de un tipo extraño de anticuerpos. Estos se conocen como anticuerpos rebeldes o autoanticuerpos, que originan una respuesta adversa a lo que se desea, ya que los anticuerpos rebeldes generan un ataque contra el mismo organismo. La presencia de estos anticuerpos rebeldes existe en uno de cada cinco casos y agrava el estado del paciente.
Los autoanticuerpos pueden llegar a dañar el sistema inmunológico, cerebro, vasos sanguíneos, las plaquetas, el hígado y el tracto intestinal, de acuerdo con las últimas investigaciones sobre el tema.
Se indica que existe una relación con el género del paciente, ya que el 95% con COVID-19 grave por la presencia de autoanticuerpos, son varones.
Otras investigaciones han obtenido datos que indican que los autoanticuerpos son la causa de la infección grave y no una consecuencia de la infección.
Así también, se vuelve importante identificar a los pacientes susceptibles de padecer una infección grave por la existencia de los anticuerpos rebeldes, para así poder otorgar la administración de un tratamiento efectivo y dirigirse hacia la eliminación de este tipo de anticuerpos.
Fuentes:
(33) 1848 5722
(33) 2002 6555
ventas4@pruebasrapidasag.com
