Es bien sabido que la pandemia del COVID-19 ha estado afectando la salud de muchas personas en el mundo. Las mujeres saben que el periodo no se ha suspendido por la pandemia, sin embargo, muchas mujeres han experimentado cambios en el mismo.
Se estima que más de un tercio de mujeres de menstruación regular, están presentando ciclos irregulares durante la pandemia, mayormente relacionados con la depresión, la ansiedad, y la tensión resultantes de dicha situación. Esto también es debido a que los cambios en los hábitos y rutinas influyen en el estado de ánimo provocando desajustes menstruales.
Estrés y ciclo menstrual
El ciclo menstrual es controlado por un conjunto de hormonas a nivel de hipotálamo, hipófisis (pituitaria) y en los ovarios. Éstas regulan los mecanismos que intervienen en estas tres zonas provocando la ovulación y la menstruación o, por el contrario, llevando a desórdenes en el ciclo menstrual y en la fertilidad. En situaciones de estrés esto se puede alterar porque se envían mensajes al cerebro de forma inconsciente, provocando adelantos o atrasos menstruales.
Las alteraciones del ciclo que se pueden presentar son diversas, pero la más común ante el estrés intenso es la amenorrea (ausencia de menstruación por varios meses). Otras pacientes solo retrasan la ovulación por pocos días y esto lleva a menstruaciones un poco más irregulares.
Si has experimentado cambios en tu ciclo menstrual, posiblemente, haya sido desencadenado por la pandemia.
Menstruación en mujeres infectadas de COVID-19
Una mujer que experimenta COVID-19 puede tener cambios en su ciclo menstrual. Un estudio de 2020 evaluó los patrones menstruales de personas contagiadas por el COVID-19 y encontró cambios significativos en el ciclo.
En este estudio, la mayoría de las personas reportó no tener diferencias en el volumen del periodo, sin embargo, el 20% reportó un decrecimiento en el sangrado. Las personas con enfermedades graves ocasionadas por el virus tenían más probabilidades de tener ciclos menstruales largos, es decir, ciclos de más de 28 días.
Por otra parte, según el momento del ciclo, si hay infección por COVID-19 se podrían presentar variaciones en los síntomas. La intensificación de muchas condiciones, como asma y migrañas, es común durante la fase lútea del ciclo. También puede haber fluctuaciones en los niveles de la hormona estrógeno que pueden influir en las células inmunes del cuerpo. Al mismo tiempo, las hormonas pueden intensificar los síntomas del COVID-19.
Es conveniente monitorear cualquier cambio, dolor, volumen y duración del ciclo, así como hacer seguimiento de algunos síntomas que pueden corresponder a una infección de COVID-19 como falta de energía, sueño, temperatura, digestión, heces y dolor.
Hacer seguimiento puede ayudarte a identificar cualquier cambio en el patrón de tu ciclo y observar en qué momento de tu ciclo sientes determinados síntomas.
Fuentes:
https://www.news-medical.net/health/COVID-19-and-Menstruation-(Spanish).aspx