Una de las cosas por las que temen las personas ante la pandemia por COVID-19, son las famosas secuelas. Lo cierto es que el virus ha reaccionado de forma distinta en cada cuerpo, prueba de ello es que, algunas personas han requerido de hospitalización mientras otras son asintomáticas. Entre las secuelas más conocidas está la pérdida de olfato y gusto, sí, aún cuando ya hayas dado negativo ante el test, en algunos casos este síntoma se alarga. Con las nuevas variantes de COVID-19, las secuelas también han cambiado y evolucionado, te contamos sobre ello.
Las secuelas son síntomas o afecciones que se deben tratar aún después de tener COVID-19. Según un estudio publicado por ‘The BMJ’, tan sólo en el 2020, 32% de las personas diagnosticadas con COVID-19 buscaron atención médica en el periodo posterior a la enfermedad. Los órganos en los que se reportan más afectaciones son: el corazón, los riñones, la piel e incluso el cerebro.
¿La salud mental también se ve afectada?
Las investigaciones en materia de salud mental y COVID-19, no se han hecho esperar y es que en la Universidad de Guanajuato, comenzaron a investigar las afectaciones cognitivas, ésta es liderada por Daniela María, quien comenzó a estudiar secuelas y afectaciones neurológicas como la falta de concentración o pérdida de la memoria, de ahí observó el sistema nervioso. La investigación aún está por arrancar.
¿Qué hay a nivel cerebral?
Por su parte, un estudio publicado en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, descubrió cambios moleculares a nivel cerebral, los cuales podrían desarrollar síntomas similares a la enfermedad de Alzheimer.
La presencia de inflamación periférica del cerebro causada por COVID-19 puede causar efectos como fatiga, déficit cognitivo e incluso cambios en el ciclo de sueño. Más allá de conocer cuáles son los efectos colaterales de tener el virus, se requiere un análisis que ya están llevado a cabo los investigadores para conocer las razones y así contribuir a que la población no los padezca o en su caso, se recuperen con mayor rapidez.
Fuente: Infosalus
El Financiero