El sistema nervioso autónomo es el encargado de regular funciones como la respiración y el sistema gastrointestinal. La disautonomía es el término que se da a las alteraciones que tienen que ver con el mal funcionamiento del sistema nervioso autónomo.
Recientemente, se han encontrado síntomas de disautonomía en un 30 a 70% de pacientes que tuvieron COVID-19; siendo una de las secuelas más riesgosas porque también puede afectar la frecuencia cardiaca, aumentar la fatiga y dificultar la respiración. Además, existe una dificultad de controlar los esfínteres, desmayos y sudoración excesiva.
A consecuencia de los mismos desmayos, pueden existir fracturas importantes; por lo que es necesario visitar a un médico para darle continuación.
Dejando de lado el alto número de mortalidad por COVID-19 en personas no vacunadas, considerar que existen este tipo de secuelas es necesario para considerar aplicar pruebas rápidas en las empresas y en espacios públicos para cortar las cadenas de contagio.
Así mismo, es importante mencionar que al presentar una disautonomía como secuela del COVID-19, el médico general deberá canalizar con un especialista para comenzar fisioterapia o rehabilitación con un control medicado a través de diversos medicamentos farmacológicos.
Fuentes:
http://www.gaceta.udg.mx/la-disautonomia-secuela-del-covid-19/