¡No bajes la guardia! El COVID-19 sigue entre nosotros y expertos en salud han reiterado que se acercan meses complicados por el coronavirus.
Debido a las actividades de los ciudadanos para la reactivación económica (apertura de escuelas y negocios, así como asistencia a los empleos), surgen preguntas sobre la pandemia que pueden preocupar, dado que la contingencia no se considera que haya terminado. No se aconseja alentar la falsa seguridad, proclamando que la pandemia ha pasado ya.
La variante delta del virus Sars-CoV-2 está causando problemas mayores en todo el mundo. Se calcula que es al menos el doble de contagiosa que el virus original, y está desafiando las medidas que los gobiernos tomaron en 2020.
Los virus como el coronavirus presentan mutaciones en su proceso de replicación que afectan a los aminoácidos o proteínas virales, produciendo cambios estructurales. Así, el virus se vuelve más infeccioso, dando lugar a las variantes que han aparecido alrededor del mundo.
Al parecer el SARS-CoV-2 no tiene un patrón estacional, por lo que los contagios ocurren en cualquier época del año y el número de contagios que se han dado durante la tercera ola es superior al que se daba en picos anteriores de la pandemia.
Los países en general se esfuerzan por evitar que sus hospitales se colapsen pero la variante delta se muestra diferente del virus original y es prácticamente como lidiar con un virus completamente nuevo.
Por este motivo no se ha podido alcanzar la inmunidad de rebaño, así como, la diseminación por parte de los casos asintomáticos y la falta de implementación de medidas adecuadas para contener el virus.
Mientras la gente siga moviéndose, teniendo contacto con otras personas, no use cubrebocas y no respete las medidas preventivas, el virus se seguirá transmitiendo y replicando, dando lugar a la posibilidad de que surjan variantes mucho más peligrosas.
Las variantes del coronavirus son un reto para los equipos de salud y pueden aumentar la mortalidad no necesariamente porque el virus sea más letal, sino por una transmisión más rápida, y es importante monitorear la evolución de estas variantes, además de que la pandemia tardará en finalizar y, en el mejor de los casos, es probable que se convierta en una enfermedad endémica como la influenza.
Son bien conocidos los factores que han impactado negativamente en el número de contagios: son la movilidad excesiva de la población que se dio a finales del año 2020 e inicios del 2021, la interacción social sin medidas sanitarias, aglomeraciones por eventos públicos, etc.
Ante todas estas consideraciones, es necesario que la población siga respetando medidas como el uso de cubrebocas, evitar espacios concurridos, lugares poco ventilados y aglomeraciones.
Fuentes:
http://gaceta.facmed.unam.mx/index.php/2021/09/06/por-que-no-ha-terminado-la-pandemia-por-covid-19/