Cuando parece que la pandemia por COVID-19 está por terminar, una nueva variante aparece. A pesar de que la economía está comenzando a fluir nuevamente y los negocios ya se encuentran abiertos, aún existe un alto riesgo de contagio por las variantes de COVID-19. Sin embargo, no hablaremos de una variante del virus, sino más bien de una variante genética.
Un grupo de investigadores en la Universidad Médica de Bialystok, recientemente identificaron una variante genética que podría hacer más vulnerables a quienes la posean ante COVID-19, incluso se habla de una posible mortandad superior en este sector de la población. Esta investigación científica ha estado a cargo de Marcin Moniuzko y Miroslaw Kwasniewski, científicos polacos que han ayudado a entender por qué, incluso en personas de la misma edad, el virus puede afectar de diferente forma y a diferente grado. Esta investigación lleva el nombre de “Análisis del genoma del virus SARS-CoV-2 y del genoma de pacientes con COVID-19 para desarrollar un conjunto de marcadores genéticos que determinen la susceptibilidad individual a la infección por coronavirus SARS-CoV-2 y la severidad del curso COVID-19 ”.
¿Qué hay del descubrimiento?
El estudio mostró que además de la edad avanzada y la obesidad, el riesgo de ser contagiado por COVID-19 está relacionado con nuestro perfil genético, pues al tener una de las versiones del gen situado en el cromosoma 3 puede existir el doble de riesgo de estar infectado e incluso de morir por la enfermedad. Pero el hallazgo no termina ahí, pues gracias a esta información, pueden desarrollar una prueba genética que ayudaría a clasificar el riesgo de la enfermedad de persona a persona.
El estudio se llevó a cabo con aproximadamente 1500 pacientes con COVID-19 y en colaboración con el Instituto de Enfermedades Pulmonares y Tuberculosis de Varsovia.
En este análisis se plasma que existe una estimación del 14% de polacos que cuentan con esta variante genética, agregando que la población europea puede ser más frecuente a tenerla. Este hallazgo abre la puerta a poder ayudar a pacientes de forma adecuada con el fin de evitar riesgos mayores, incluso podrían tener un trato preferente y dosis adicionales de vacunas contra COVID-19.
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